¿Quieres hacer por fin ese viaje con el que llevas soñando tanto tiempo y no tienes con quien irte? No importa que estés casado, soltero o divorciado porque tu estado civil no es vinculante. Viajar solo no es sinónimo de estar solo en el mundo, es más bien tener ganas de conocerse a uno mismo, salir de tu zona de confort, superar tus miedos y, sobre todo, una forma muy buena de disfrutar e impregnarse de un país y una cultura diferente a la tuya. Si con esto no te hemos convencido, viajar solo tiene muchos más beneficios como poder hacer lo que quieras. Tanto pasar horas embelesado en un museo como estar cinco minutos e irte a comer algo porque estás cansado. Nadie va a juzgarte ni a condicionarte, tu viaje será tuyo. El estrés no existe en este tipo de periplos y la soledad, aunque parezca mentira, mucho menos.
Las mujeres de entre 35 y 40 años son las que más se atreven con estos viajes, según un estudio realizado por el portal Wimdu. Y, entre los países europeos, Alemania es el más atrevido: un 53% de los habitantes se animan a viajar solos. Le sigue España, aunque con un porcentaje mucho menor (15%) e Inglaterra (6%). Dentro de nuestro país, el destino más visitado por viajeros solitarios es Barcelona, ciudad a la que llegan el 46%; por detrás se sitúan Madrid (29%) y Valencia (9%).
En cuanto a los meses, septiembre es el que tiene más reservas para una persona ya que es el más barato para viajar. Y esto lo notan mucho los turistas solitarios pues pagan de media un 38% más que los que viajan en pareja: el total de gasto en alojamiento suele rondar los 304€. A pesar de esto, son cada vez más los que se animan a hacer este tipo de periplos. En Rastreator.com te damos algunos consejos para que todo vaya sobre ruedas cuando viajes solo pero tienes que tener cuidado: ¡Engancha!


Cuándo llegar y dónde quedarte
Con las precauciones necesarias, viajar solo no tiene por qué ser más peligroso que hacerlo en grupo o en pareja. En el caso del transporte, no reserves el primer vuelo barato que veas, compara las diferentes horas de llegada al destino que ofertan las compañías. Aterrizar en un aeropuerto de madrugada puede suponer que no haya autobuses a la ciudad o que te cueste encontrar un taxi si es un lugar poco transitado. Además, es posible que la recepción de tu albergue esté cerrada o no dispongan de camas para ti en ese momento. Por lo tanto, lo mejor es llegar entre las doce y las tres de la tarde, cuando los anteriores huéspedes ya hayan hecho el check out y la recepción esté operativa. Cuando ya tienes tu billete de ida a ese destino tan esperado para el que no necesitas más compañía que tú mismo, el siguiente paso es reservar el alojamiento siempre y cuando no seas de improvisar todos los días. En este caso es recomendable que reserves con antelación, al menos, la primera noche. Si tu idea es relacionarte con otros viajeros lo mejor es que te hospedes en albergues, hostales y bed&breakfast porque son los alojamientos a los que los viajeros van con ganas de conocer a otras personas. Si, además, quieres tener contacto directo con autóctonos, lo propio es hacer coachsurfing o alquilar una habitación en Airbnb, los anfitriones suelen estar interesados en dar consejos e, incluso, hacer visitas guiadas o cocinar para sus huéspedes. En estos viajes en solitario, es recomendable que vayas informando a tus familiares o amigos de las ciudades que visitas y los lugares en los que duermes. Se trata de una forma de estar localizable en caso de que fuera necesario y, aunque quieras desconectar del todo y olvidarte del móvil, no cuesta ningún trabajo enviar un mensaje con tu ubicación.
Comparte y comparte
Para algunos la hora de la comida puede suponer un momento muy solitario pero no tiene por qué serlo. Existen muchos bares y restaurantes en los que es posible sentarse en una gran mesa repleta de personas con las que puedes relacionarte. Compartir es vivir y también la mejor forma de relacionarte con otros viajeros. En caso de que no encuentres un lugar que te guste con una mesa comunal, siempre puedes preguntar a otros viajeros si puedes comer con ellos. Otra forma de relacionarte con personas que están en la misma situación que tú es apuntarte a un freetour. Cuando llegas a una ciudad en la que nunca has estado, es bueno hacer una primera rueda de reconocimiento y una de estas visitas guiadas en las que pagas lo que tú quieras son la nueva tendencia para algunos viajeros.
Aprende a estar contigo mismo
Algo muy importante que vas a aprender, si aún no has dado el paso de irte de viaje sin amigos ni pareja, es a estar contigo mismo y no necesitar a nadie más. Haz siempre lo que te apetezca porque tú eres la única persona a la que tienes que escuchar durante el viaje. Puede que un día te apetezca pasar el día leyendo en una cafetería acogedora y al siguiente recorras la ciudad durante horas escuchando tu música favorita. Es posible que en algún momento te invada la soledad, pero hay muchas actividades que puedes hacer con otros viajeros, que en ese momento serán tu mejor compañía.